jueves, 4 de enero de 2007

Día del Desalojo

Barrio La Revolución. El Estor, Izabal, Guatemala.
Diciembre 27, 2006. Parte II de V.
Temas: Tierra / Minería


Líderes comunitarios del Barrio La Revolución fueron informados que un segundo desalojo masivo de los residentes se llevaría a cabo el 27 de Diciembre, 2006.


Por precaución, tomando en cuenta la violencia desatada por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) durante el primer desalojo el mes anterior, mujeres y niños pequeños fueron evacuados mientras los hombres y adolescentes barones se congregaron en una choza utilizada como centro comunitario.


Barrio La Revolución está afiliado a CONIC (Coordinadora Nacional Indígena y Campesina), una organización no-gubernamental (ONG) dedicada a organizar, aconsejar y cabildear a favor de comunidades rurales en cuanto a sus derechos de tierra. El inverso del letrero lee: “Propiedad de la Compañía Guatemalteca de Níkel (CGN).”


Federico Caal, miembro de CONIC, informa a los pobladores de una postergación de desalojo procesada a última hora.


Las noticias suavizaron un poco la tensión, sin embargo, un número de pobladores no aguantaron su frustración y expresaron sus sentimientos en cuanto a la situación actual. Este residente dirigió su ira al supuesto desarrollo que les otorga el mega-proyecto minero, basado en el la evicción de sus tierras y la destrucción de los recursos naturales del área: “Si morimos, será como resultado de nuestra lucha, no por convertirnos en ladrones o narcotraficantes. ¡Será por nuestra tierra!”


Se puede denominar al Barrio La Revolución como un poblado satélite de la cercana aldea de Chichipate. Las tierras en las cuales se encuentra el Barrio La Revolución fueron confiscadas por el gobierno en los años 60, otorgadas al proyecto minero de EXMIBAL, y sus residentes re-localizados en Chichipate. Las generaciones mayores originarias de estas tierras se han planteado recuperar sus terrenos, tierras donde muchos de ellos nacieron.


Los hombres al frente nacieron en los terrenos donde se encuentra el Barrio La Revolución. Viviendo en Chichipate desde los años 60, han soñado en algún día regresar a las tierras perdidas.


“Queremos que nuestros hijos tengan tierra donde hacer sus familias y cultivar su comida”, expresa un señor mayor.


Actualmente, los pobladores laboran varios cultivos de subsistencia como el maíz, fríjol, banano, piña, y yuca, entre otros.


Como sus antepasado por miles de años, jóvenes Mayas limpian la milpa de bichos con sus manos.


“Yo no soy un hombre educado” nos explica don Tomás. “Solo sé usar mis brazos y mi machete para cultivar mi comida. La mina nos promete trabajos que no queremos. ¡Necesitamos esta tierra para sobrevivir!”


La noche previa, el 26 de Diciembre, miembros de la comunidad se reunieron en un sitio sagrado para llevar a cabo una ceremonia Maya en la cual invocaban que el día del desalojo no fuera violento como el anterior. Don Tomás, a la izquierda, nos explica: “¿Cómo podemos confiar en esta gente [de la minera]? El único desarrollo que nos traen es el desalojo… una feliz navidad para nosotros.”


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3 comentarios:

Anibal dijo...

es tragica la manera en que viven nuestros hermanos guatemaltecos, es triste y dan ganas de poder hacer algo. invadir una finca, desde cualquier punto de vista, no puede ser permitido desde ningun punto de vista de derecho, las personas que estimulan esto, muchas veces solo juegan con la gente,por politica, por dinero que reciben del exteriro, quien sabe por que. El gobierno, inevitablemente tiene que tomar cartas en el asunto, es un legado lamentable que en vez de dar mas dinero al Ejercito deben estumilar, educacion, y tierra con aportes economicos. no regalados. por que solo las cosas que nos cuestan son las que aprendemos a cuidar.
me gusto mucho este documento, es bueno que la poblacion y en especial la Guatemalteca conozca nuestro pasado y que cada vez que veamos a alguna persona de por las areas afectadas, tengamos mas consideracion y sepamos que simplemente no tuvieron nuestra suerte de haber nacido con algunas prerrogativas.

Esmeralda dijo...

Es lamentable como los seres humanos todos hijos de un solo Dios, nos comamos unos a otros.
Hay pocas personas que tienen mucho y muchos que tienen tan poco.
Nuestros indigenas dueños originales de estas tierras, son oprimidos y sin ninguna esperanza de proteccion de parte de nuestros gobiernos quienes, en tiempo de campaña, prometen a los campesinos resolver el problema de las tierras, pero a la hora de estar en el poder se les olvida lo prometido y por quienes llegaron a el. Es tiempo de no dejarnos engañar con un espejo, abramos los ojos, y veamos la verdad, para que el futuro de nuestros hijos sea mejor.
El gobierno y las autoridades nunca haran algo positivo por nuestros campesinos. Es por ello que hago un llamado a la comunidad internacional para que nos ayuden a mitigar esta desesperacion por tanta opresion y miseria, que produce la falta de tierras en nuestros paises.

Anónimo dijo...

Todas las opiniones son validas, lo que no es valido es aceptar la informació como nos llega, debemos de analizarlo y debemos de investigar de una forma imparcial, ya que como todo medio de publicidad con el animo de ganar dinero y financiamiento a costillas de los que se dejan manipular nos hacen creer un monton de cosas que si se remonta uno a la historia y se investiga a fondo ninguno de estas personas son nacidas en el lugar y los que posan para las fotos son maestros que en lugar de estar enseñando cosas buenas a los niños les enseñan a delinquir, como son las cuestiones logicas, no tienen para un lote o para darle de comer a sus hijos, pero si tienen para un carro, una moto una casa de campaña que no creo que algun gringo se los regaló, ó quine sabe a lo mejor eso fue el costo de una fotografia para que este amigo gane puntos en el extranjero, muchos de los que leemos no analizamos, vivamos un poco de la realidad los coniqueros son comerciantes y lucradores con las necesidades de los babosos. es una realidad que duele.